Te Deum laudo por mi marido

CM

Por Costanza Miriano

Te Deum laudo por mi marido, que se ha quedado conmigo un año más, a pesar de que cien mil kilómetros de carrera llevan por fuerza las articulaciones de una vieja señora al desguace.

Te Deum laudo por como trunca mis quejas, escuchándome solo cuando hace falta (bueno, a veces un poco menos, como cuando le hablo de los profes de los hijos, y ya no sabemos con que maestro ha hablado: le mando a hablar con la de latín y viene refiriéndome sobre un tema de italiano que nunca ha hecho, y el chico desconocido sobre el que hablaba esta señora -¿quien sería?- ha sacado 8 y medio.)

Te Deum laudo por todas las veces que sí que escucha mis quejas, y escucha una solución práctica y se le olvida siempre que lo que yo quiero es un piropo, te alabo porque tiene razón él, los elogios no me sirven, las soluciones prácticas muchísimo, los elogios son gratis, las soluciones prácticas cuestan, los elogios alimentan mi vanidad, las soluciones prácticas son para mi bien.

Te Deum laudo por como me conoce hasta en los lados peores – casi todos – y sigue amandome.

Te Deum laudo porque me explica lo que pasa en el mundo, todas las cosas que no tengo ganas de esforzarme por entender, y así cuando me entrevistan puedo llamarle y oregunatrle que pienso sobre la guerra de Siria, ahorrando un montón de neuronas.

Te Deum laudo por como juega con los hijos, habla con ellos, se acuerda de sus gustos y sus pasiones, amándolos como hijos únicos. Te doy gracias porque sabe decir los no que hacen falta, poniendo muros y límites, un poco porque es figura de la autoridad de Dios Padre, otro poco porque “a ‘na certa” (llegado un momento) no puede más, y a diferencia de la madre queda fuera de servicio y ya no está disponible para nadie.

Te Deum laudo porque también querría enseñarme a mi a decir no (nunca lo conseguirá), porque me señala las ramas que hay que podar (nunca lo lograré), porque ignora mis caprichos.

Te Deum laudo porque le he cedido toda la gestión del departamento ansiedades maternas, y he decidido que puedo preocuparme sólo cuando él me da permiso, es decir casi nunca.

Te Deum laudo por lo diferente que es de mí, y me dispensa de tener que interesarme por cosas interesantísimas del mundo que yo ignoro completamente (estoy demasiado ocupada en pensar en las personas, sus vidas, la de mis amigas y las amigas de mis amigas hasta el noveno grado), como la música el cine la política la historia la ciencia y la tecnología.

Te Deum laudo porque me ha prometido que no morirá de repente, y que antes de hacerlo me explicará como se enciende Sky (un canal de la television).

Te Deum laudo per su solidad silenciosa (¡demasiado!) concreta, factiva.

Te Deum laudo por todo lo que me hace enfadar de él, su aspereza, las pocas ganas de hablar y lo que me cuesta entenderle, la rudeza en sus modales, sus ser arisco, porque son ocasiones de conversión, porque si amar fuera fácil, no sería la vía para llegar a ser santos.

Te Deum laudo porque en la diferencia fecunda con él, tan diferente a mi, se abre totalmente el camino hacia el Otro, que es Dios, el Esposo que se esconde detrás de su cara.

 

 

grazie a don Antonello Iapicca

QUI il testo in italiano

 

 

4 pensieri su “Te Deum laudo por mi marido

  1. Grazie…. ma è in lingua spagnola…..l’ho letto in lingua Italiana…..mi trovo a Tenerife ma non parlo molto lo spagnolo….è bellissimo questo Te Deum…..buon anno a te Enrico.

  2. Pingback: Te Deum laudo per mio marito | il blog di Costanza Miriano

  3. Grazie…..di cuore….che Dio ci accompagna sempre ovunque siamo….oggi è la festa del Santo Nome di Gesù Nostro Salvatore. Spero nella Sua misericordia……Buona serata Enrico…

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